Por Carmen Palacios, especial para El Pique News, Fresno, Central Valley La violencia familiar es un fenómeno complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo, dejando secuelas profundas en la salud física, emocional y psicológica de quienes la experimentan, especialmente de los más vulnerables, como son los adolescentes. En una reciente entrevista para Alianza Metropolitan News, José Huertas Mogollón, licenciado en psicopedagogía y experto en temas de matrimonio, familia y psicología positiva, abordó las diversas facetas de la violencia familiar en los adolescentes y ofreció recomendaciones clave para su prevención y manejo. | José Huertas Mogollón, licenciado en psicopedagogía y experto en temas de matrimonio, familia y psicología positiva. |
Uno de los aspectos destacados por José Huertas es la naturaleza insidiosa de la violencia familiar, no se limita únicamente a la violencia doméstica, sino que abarca una gama de comportamientos controladores y agresivos que pueden manifestarse en la pareja y afectar a los hijos.
Estos comportamientos pueden incluir amenazas verbales, físicas y psicológicas, generando un ambiente de miedo e inhibiendo la capacidad de los adolescentes para expresar sus emociones y necesidades.
“Uno de los puntos importantes que hay que tratar en esta violencia doméstica es cuando el padre de familia pierde la toma de conciencia y de la valía como persona, comenzando con el abuso verbal, sexual, psicológico, queriéndose imponer en el trono del hogar”, refirió.
Aseguró que este comportamiento genera que la pareja viva en un aislamiento social, empiezan las prohibiciones a los hijos, las prohibiciones a la pareja, controles a dónde vas, porque te mueves con ellos, con quién estás, generando en los hijos el famoso miedo.
VIOLENCIA EN PAREJA
Al abordar la pregunta sobre quién genera más violencia familiar en la pareja, Huertas Mogollón destacó que el fenómeno no distingue género y puede manifestarse tanto en hombres como en mujeres. “Tanto el machismo arraigado culturalmente como las experiencias pasadas de crianza pueden contribuir al desarrollo de comportamientos violentos en ambos sexos”, dijo.
“Hoy en día hay bastante violencia de mujer hacia varón y lo cual no se denuncia, pero en ambos casos nace desde lo que nosotros le llamamos nuestro interior, que consiste en ver cómo yo viví esa infancia, cómo fui tratado, como fui educado en mi niño interior, en mi hogar, porque el no saber controlar los impulsos tampoco nos permite tener solución de los conflictos”, reafirmó.
En cuanto al impacto en los hijos, el consejero familiar subrayó que los adolescentes son especialmente vulnerables a los efectos de la violencia familiar, ya que pueden verse atrapados en un ciclo perpetuado por la falta de modelos positivos de comportamiento.
Si los jóvenes son testigos de violencia en el hogar, es menos probable que vean a sus padres como influencias positivas, lo que puede perpetuar el ciclo de violencia en futuras generaciones.
“Es importante que los padres reconozcan su papel como modelos a seguir para sus hijos y se esfuercen por crear un ambiente familiar basado en el respeto mutuo y la comunicación abierta”, recalcó
FRENTE A FRENTE
Para hacer frente a la violencia doméstica, el experto en temas de matrimonio y familia, enfatizó la importancia de que los adolescentes aprendan a expresar sus emociones y busquen ayuda de profesionales y figuras de confianza en su entorno, como docentes o consejeros.
Además, abogó por la creación de una cultura de confianza en las familias, donde los hijos se sientan seguros para expresar sus preocupaciones y los padres estén abiertos a escuchar y mejorar la comunicación familiar.
“También es importante buscar ayuda profesional en casos de violencia grave y la necesidad de crear espacios de diálogo y apoyo emocional para los jóvenes en la escuela y la comunidad”, propuso.
En términos de recomendaciones para los padres, Huertas Mogollón instó a la autoevaluación y al reconocimiento de los errores, no hablando en contra o mal del otro cónyuge frente a los hijos, el especialista abogó por mantener los problemas de pareja entre adultos, evitando involucrar a los niños en conflictos.
Finalmente, José Huertas destacó el papel crucial de los educadores, formadores y medios de comunicación en la prevención y abordaje de la violencia familiar. Propuso la creación de espacios seguros y libres de juicio donde los jóvenes puedan expresarse, así como el acceso a apoyo emocional y profesional cuando sea necesario.
“El apoyo emocional que se le pueda dar, es que quien esté a su costado pueda decirle, aquí estoy, te escucho y guardo silencio. El joven necesita que se le escuche; por otro lado si la violencia doméstica continúa se debe recurrir al espacio profesional de los psicólogos, psicoterapeutas o consejeros”, expresó nuestro entrevistado.
En conclusión, la entrevista con José Huertas Mogollón arrojó luz sobre la complejidad de la violencia familiar y su impacto en los adolescentes, así como sobre las medidas necesarias para abordar este problema de manera efectiva y proteger el bienestar de las futuras generaciones.
Este artículo forma parte de un proyecto periodístico sobre la violencia doméstica en la comunidad latina y cuenta con el respaldo y generosidad de Blue Shield of California Foundation.
Estos comportamientos pueden incluir amenazas verbales, físicas y psicológicas, generando un ambiente de miedo e inhibiendo la capacidad de los adolescentes para expresar sus emociones y necesidades.
“Uno de los puntos importantes que hay que tratar en esta violencia doméstica es cuando el padre de familia pierde la toma de conciencia y de la valía como persona, comenzando con el abuso verbal, sexual, psicológico, queriéndose imponer en el trono del hogar”, refirió.
Aseguró que este comportamiento genera que la pareja viva en un aislamiento social, empiezan las prohibiciones a los hijos, las prohibiciones a la pareja, controles a dónde vas, porque te mueves con ellos, con quién estás, generando en los hijos el famoso miedo.
VIOLENCIA EN PAREJA
Al abordar la pregunta sobre quién genera más violencia familiar en la pareja, Huertas Mogollón destacó que el fenómeno no distingue género y puede manifestarse tanto en hombres como en mujeres. “Tanto el machismo arraigado culturalmente como las experiencias pasadas de crianza pueden contribuir al desarrollo de comportamientos violentos en ambos sexos”, dijo.
“Hoy en día hay bastante violencia de mujer hacia varón y lo cual no se denuncia, pero en ambos casos nace desde lo que nosotros le llamamos nuestro interior, que consiste en ver cómo yo viví esa infancia, cómo fui tratado, como fui educado en mi niño interior, en mi hogar, porque el no saber controlar los impulsos tampoco nos permite tener solución de los conflictos”, reafirmó.
En cuanto al impacto en los hijos, el consejero familiar subrayó que los adolescentes son especialmente vulnerables a los efectos de la violencia familiar, ya que pueden verse atrapados en un ciclo perpetuado por la falta de modelos positivos de comportamiento.
Si los jóvenes son testigos de violencia en el hogar, es menos probable que vean a sus padres como influencias positivas, lo que puede perpetuar el ciclo de violencia en futuras generaciones.
“Es importante que los padres reconozcan su papel como modelos a seguir para sus hijos y se esfuercen por crear un ambiente familiar basado en el respeto mutuo y la comunicación abierta”, recalcó
FRENTE A FRENTE
Para hacer frente a la violencia doméstica, el experto en temas de matrimonio y familia, enfatizó la importancia de que los adolescentes aprendan a expresar sus emociones y busquen ayuda de profesionales y figuras de confianza en su entorno, como docentes o consejeros.
Además, abogó por la creación de una cultura de confianza en las familias, donde los hijos se sientan seguros para expresar sus preocupaciones y los padres estén abiertos a escuchar y mejorar la comunicación familiar.
“También es importante buscar ayuda profesional en casos de violencia grave y la necesidad de crear espacios de diálogo y apoyo emocional para los jóvenes en la escuela y la comunidad”, propuso.
En términos de recomendaciones para los padres, Huertas Mogollón instó a la autoevaluación y al reconocimiento de los errores, no hablando en contra o mal del otro cónyuge frente a los hijos, el especialista abogó por mantener los problemas de pareja entre adultos, evitando involucrar a los niños en conflictos.
Finalmente, José Huertas destacó el papel crucial de los educadores, formadores y medios de comunicación en la prevención y abordaje de la violencia familiar. Propuso la creación de espacios seguros y libres de juicio donde los jóvenes puedan expresarse, así como el acceso a apoyo emocional y profesional cuando sea necesario.
“El apoyo emocional que se le pueda dar, es que quien esté a su costado pueda decirle, aquí estoy, te escucho y guardo silencio. El joven necesita que se le escuche; por otro lado si la violencia doméstica continúa se debe recurrir al espacio profesional de los psicólogos, psicoterapeutas o consejeros”, expresó nuestro entrevistado.
En conclusión, la entrevista con José Huertas Mogollón arrojó luz sobre la complejidad de la violencia familiar y su impacto en los adolescentes, así como sobre las medidas necesarias para abordar este problema de manera efectiva y proteger el bienestar de las futuras generaciones.
Este artículo forma parte de un proyecto periodístico sobre la violencia doméstica en la comunidad latina y cuenta con el respaldo y generosidad de Blue Shield of California Foundation.