Una de las secuelas más grandes que deja el ciclo de la violencia intrafamiliar es que los niños están en guardia esperando el próximo evento de violencia. La agresión en el hogar es uno de los problemas más desafiantes y condenables que irrumpe a nuestros niños y niñas en su interacción, su música, su lenguaje, sus juegos y sus fantasías.
Un maestro puede darse cuenta de que un estudiante sufre violencia intrafamiliar de varias maneras. Los niños se aíslan, les cuesta trabajo poner atención en la escuela. tienen ansiedad, miedo, inseguridad, hiperactividad y depresión. Físicamente pueden llevar marcas y moretones. Hay niños que quisieran hablar con alguien de confianza porque ya no soportan la situación en casa.
Un maestro puede darse cuenta de que un estudiante sufre violencia intrafamiliar de varias maneras. Los niños se aíslan, les cuesta trabajo poner atención en la escuela. tienen ansiedad, miedo, inseguridad, hiperactividad y depresión. Físicamente pueden llevar marcas y moretones. Hay niños que quisieran hablar con alguien de confianza porque ya no soportan la situación en casa.