La violencia doméstica es el continuo abuso físico y psicológico en el hogar que se utiliza para dominar y controlar a otra persona. ¿Qué efecto tiene presenciar la violencia doméstica en los niños que viven en hogares donde ocurre el abuso de pareja? Se estima que 3.2 millones de niños en Estados Unidos son testigos de incidentes de violencia doméstica cada año. Doble exposición Es importante señalar que los niños expuestos a la violencia doméstica tienen más riesgo de sufrir otras formas de maltrato, como el abuso físico y la negligencia. Las investigaciones sugieren que los padres que son violentos entre ellos mismos corren un mayor riesgo de abusar físicamente de sus hijos. Algunos investigadores se refieren | La trabajadora Social Celia Laguna, empezó a trabajar en la Coalición para la Armonía Familiar en el año 2000, brindando servicios a las víctimas de violencia doméstica y abuso Sexual. Asimismo, Celia es conductora del programa “Familia Unida” en la radio 94.1 FM, Radio Mixteco la voz milenaria del condado de Ventura. |
a esta exposición dual como el efecto de “doble golpe” porque los niños reciben una doble exposición a eventos traumáticos y, por lo tanto, reaccionan doblemente al abuso y la exposición a la violencia doméstica. Los efectos a largo plazo en niños pequeños pueden tener resultados muy negativos en el futuro.
A continuación, la interesante entrevista de la Trabajadora Social Celia Laguna, quien tiene amplia experiencia de trabajar en el campo Clínico del Seguro Social de Celaya. Celia empezó a trabajar en la Coalición para la Armonía Familiar en el año 2000, brindando servicios a las víctimas de violencia doméstica y abuso Sexual. En la actualidad, trabaja en la agencia de” Infinite New Day” como trabajadora asociada de salud mental. Asimismo, Celia es conductora del programa “Familia Unida” en la radio
94.1 FM, Radio Mixteco la voz milenaria del condado de Ventura.
¿Celia, cómo debe ser la comunicación entre padres e hijos para prevenir la violencia doméstica?
“Una de las cosas que nosotros tenemos que mirar es que la comunicación es una parte muy importante en las relaciones humanas y sobre todo entre padres e hijos. La comunicación debe de ser clara y también con mucho respeto. Una de las cosas que a veces pasa es cuando no enviamos un mensaje claro, a veces los padres no tienen paciencia y es cuando los padres empiezan a molestarse. A veces también se molestan porque los niños no obedecen, pero a veces es también porque no les estamos hablando claro. La otra parte importante es el respeto, en nuestra comunidad estamos acostumbrados a hablar con malas palabras, a mandar con mucha autoridad y no hablamos con nuestros hijos en la forma como hablamos con nuestros amigos. A nuestros amigos los tratamos muy bien, les hablamos muy bien. El consejo es que los padres puedan comunicarse de una manera respetuosa y verificando que el niño o el joven realmente entendió lo que el padre quiere.
¿Cuáles serían los signos de violencia doméstica en los jóvenes y niños? ¿Cómo un maestro puede darse cuenta de que un niño o niña está siendo víctima de violencia doméstica?
“Los signos normalmente que presentan los jóvenes y los niños es que están aislados, callados. Sabemos que la violencia doméstica afecta de muchas formas. A veces los padres no nos damos cuenta de que lo que estamos viviendo dentro de la casa y que eso afecta a nuestros hijos. Ellos tienen diferentes reacciones y una de las reacciones que se presenta es que la violencia que viven en casa los hace violentos con otros niños. Hay otros niños que tienen bastante depresión, están aislados, callados y son víctimas de ‘bullying’ en la escuela. Físicamente pueden llevar marcas y moretones. Hay niños que a veces piden hablar con un maestro o consejero porque ya no aguantan la situación. Es muy fácil de que estos niños se acerquen a alguien que les de confianza”
Los maestros se pueden dar cuenta cuando ven todas estas señales. Los niños no ponen atención, les cuesta mucho trabajo poder concentrarse, están hiperactivos, molestan a otros niños, otros están completamente aislados, no quieren socializar con otros niños. Esto no lo vemos físicamente, pero nos damos cuenta por los comportamientos de los niños.
¿Cómo un padre/madre puede empezar una conversación con su hija/hijo y ganarse su confianza?
“La parte más importante de la vida de un niño somos los padres. Debemos de aprender que tenemos que trabajar esa relación. No basta vivir juntos en casa. Tenemos que interactuar. Tenemos que hacerle sentir a nuestros hijos que ellos son muy importantes en nuestra vida y al mismo tiempo tenemos que entender que el trabajo de ser padre y madre es muy amplio. Tenemos que trabajar para que un niño crezca sano, seguro y que reciba amor. Lo más importante es su salud mental y evitar un ambiente tóxico que se origina por la violencia doméstica. Tenemos que evitarlo para que nuestros hijos puedan crecer sanos mentalmente. Tenemos que motivarlos, alentarlos para que ellos puedan tener una buena autoestima. Una seguridad personal y que ellos mismos se crean metas en su vida. La autoestima es cuando uno acepta a sus hijos con sus defectos y virtudes. Cuando uno los ve desanimados y digan “no puedo ayúdame” uno tiene que decir “yo sé que tú puedes, yo sé que tú eres fuerte.” Inyectarle seguridad a un niño es una parte muy importante. Cooperar en la casa, hacerlo sentir que es parte de esta familia. Enseñarles a ser independientes. Preparar a nuestros hijos porque ellos son los hombres del mañana, enseñarles que tengan la máxima productividad con su tiempo… que tengan tiempo de juego, tiempo de familia, tiempo para ellos mismos. Los padres debemos darnos cuenta de que al hacer esto, estamos creando esta relación que dura toda la vida. Que cuando un hijo se vaya al colegio o a casar, que sepa que aquí está su hogar lleno de amor. Los padres pueden buscar herramientas que les ayuden a aprender a manejar su relación con sus hijos y verlos crecer sanamente.
Por mi parte, me pregunto y respondo
¿Cómo podemos crear las condiciones ideales para nuestros hijos?
1. Aceptar el trabajo de la relación - significa estar al tanto de que nuestros hijos se sientan cercanos a nosotros, desentendiendo de nosotros y confiando en nosotros.
2. Asumir el papel alfa en la vida del niño - significa que como padres aceptamos nuestra responsabilidad y posición de cuidar a un niño. Es nuestro trabajo lo que va a garantizar que un niño tenga un hogar seguro para crecer y mantenerse a salvo.
3. Dar más de lo que el niño está pidiendo - significa brindarles más atención de la que exigen y más conexión de la que buscan. Si nos piden un abrazo podemos abrazarlos y darles un remolino y un beso también. Necesitamos dar más aprobación de la que buscan y más importancia de la que merecen. En todo momento somos generosos con todo lo que necesitan (emocionalmente) - incluso cuando tengamos que decir que no, podemos ser generosos dándoles espacio para que expresen sus sentimientos.
No podemos controlar el crecimiento de nuestros hijos; solo podemos proporcionarles el descanso que necesitan para prosperar. Nuestra responsabilidad como padres radica en invitar a nuestros hijos a descansar emocionalmente bajo nuestro cuidado - muy lejos de cualquier ciclo de violencia doméstica.
94.1 FM, Radio Mixteco la voz milenaria del condado de Ventura.
¿Celia, cómo debe ser la comunicación entre padres e hijos para prevenir la violencia doméstica?
“Una de las cosas que nosotros tenemos que mirar es que la comunicación es una parte muy importante en las relaciones humanas y sobre todo entre padres e hijos. La comunicación debe de ser clara y también con mucho respeto. Una de las cosas que a veces pasa es cuando no enviamos un mensaje claro, a veces los padres no tienen paciencia y es cuando los padres empiezan a molestarse. A veces también se molestan porque los niños no obedecen, pero a veces es también porque no les estamos hablando claro. La otra parte importante es el respeto, en nuestra comunidad estamos acostumbrados a hablar con malas palabras, a mandar con mucha autoridad y no hablamos con nuestros hijos en la forma como hablamos con nuestros amigos. A nuestros amigos los tratamos muy bien, les hablamos muy bien. El consejo es que los padres puedan comunicarse de una manera respetuosa y verificando que el niño o el joven realmente entendió lo que el padre quiere.
¿Cuáles serían los signos de violencia doméstica en los jóvenes y niños? ¿Cómo un maestro puede darse cuenta de que un niño o niña está siendo víctima de violencia doméstica?
“Los signos normalmente que presentan los jóvenes y los niños es que están aislados, callados. Sabemos que la violencia doméstica afecta de muchas formas. A veces los padres no nos damos cuenta de que lo que estamos viviendo dentro de la casa y que eso afecta a nuestros hijos. Ellos tienen diferentes reacciones y una de las reacciones que se presenta es que la violencia que viven en casa los hace violentos con otros niños. Hay otros niños que tienen bastante depresión, están aislados, callados y son víctimas de ‘bullying’ en la escuela. Físicamente pueden llevar marcas y moretones. Hay niños que a veces piden hablar con un maestro o consejero porque ya no aguantan la situación. Es muy fácil de que estos niños se acerquen a alguien que les de confianza”
Los maestros se pueden dar cuenta cuando ven todas estas señales. Los niños no ponen atención, les cuesta mucho trabajo poder concentrarse, están hiperactivos, molestan a otros niños, otros están completamente aislados, no quieren socializar con otros niños. Esto no lo vemos físicamente, pero nos damos cuenta por los comportamientos de los niños.
¿Cómo un padre/madre puede empezar una conversación con su hija/hijo y ganarse su confianza?
“La parte más importante de la vida de un niño somos los padres. Debemos de aprender que tenemos que trabajar esa relación. No basta vivir juntos en casa. Tenemos que interactuar. Tenemos que hacerle sentir a nuestros hijos que ellos son muy importantes en nuestra vida y al mismo tiempo tenemos que entender que el trabajo de ser padre y madre es muy amplio. Tenemos que trabajar para que un niño crezca sano, seguro y que reciba amor. Lo más importante es su salud mental y evitar un ambiente tóxico que se origina por la violencia doméstica. Tenemos que evitarlo para que nuestros hijos puedan crecer sanos mentalmente. Tenemos que motivarlos, alentarlos para que ellos puedan tener una buena autoestima. Una seguridad personal y que ellos mismos se crean metas en su vida. La autoestima es cuando uno acepta a sus hijos con sus defectos y virtudes. Cuando uno los ve desanimados y digan “no puedo ayúdame” uno tiene que decir “yo sé que tú puedes, yo sé que tú eres fuerte.” Inyectarle seguridad a un niño es una parte muy importante. Cooperar en la casa, hacerlo sentir que es parte de esta familia. Enseñarles a ser independientes. Preparar a nuestros hijos porque ellos son los hombres del mañana, enseñarles que tengan la máxima productividad con su tiempo… que tengan tiempo de juego, tiempo de familia, tiempo para ellos mismos. Los padres debemos darnos cuenta de que al hacer esto, estamos creando esta relación que dura toda la vida. Que cuando un hijo se vaya al colegio o a casar, que sepa que aquí está su hogar lleno de amor. Los padres pueden buscar herramientas que les ayuden a aprender a manejar su relación con sus hijos y verlos crecer sanamente.
Por mi parte, me pregunto y respondo
¿Cómo podemos crear las condiciones ideales para nuestros hijos?
1. Aceptar el trabajo de la relación - significa estar al tanto de que nuestros hijos se sientan cercanos a nosotros, desentendiendo de nosotros y confiando en nosotros.
2. Asumir el papel alfa en la vida del niño - significa que como padres aceptamos nuestra responsabilidad y posición de cuidar a un niño. Es nuestro trabajo lo que va a garantizar que un niño tenga un hogar seguro para crecer y mantenerse a salvo.
3. Dar más de lo que el niño está pidiendo - significa brindarles más atención de la que exigen y más conexión de la que buscan. Si nos piden un abrazo podemos abrazarlos y darles un remolino y un beso también. Necesitamos dar más aprobación de la que buscan y más importancia de la que merecen. En todo momento somos generosos con todo lo que necesitan (emocionalmente) - incluso cuando tengamos que decir que no, podemos ser generosos dándoles espacio para que expresen sus sentimientos.
No podemos controlar el crecimiento de nuestros hijos; solo podemos proporcionarles el descanso que necesitan para prosperar. Nuestra responsabilidad como padres radica en invitar a nuestros hijos a descansar emocionalmente bajo nuestro cuidado - muy lejos de cualquier ciclo de violencia doméstica.