Por: Javier Alvarado, especial para El Pique Newspaper, Fresno, Central Valley
La falta de una vivienda accesible, el elevado costo en los alquileres, no permite a las familias, especialmente hispanas, cubrir los gastos de una renta, lo que ha ocasionado que alrededor de 5,330 familias en el condado de Santa Clara reciban cartas de desalojo en el año 2021, según un estudio mostrado por la organización Latinos Unidos por una Nueva América (LUNA).
El 50 % de estas familias a punto de desalojar son hispanas, quienes por su raza, color, identidad, expresión de género, orientación sexual, discapacidad, religión entre otros motivos son discriminados para rentar o acceder a un tipo de vivienda.
Gabriel Manrique, organizador comunitario de la organización sin fines de lucro Latinos Unidos por una Nueva América, por sus siglas LUNA. Cabe señalar que parte de la labor que él realiza es sobre la justicia de acceso a la vivienda y el respeto a los derechos de los inquilinos.
La falta de una vivienda accesible, el elevado costo en los alquileres, no permite a las familias, especialmente hispanas, cubrir los gastos de una renta, lo que ha ocasionado que alrededor de 5,330 familias en el condado de Santa Clara reciban cartas de desalojo en el año 2021, según un estudio mostrado por la organización Latinos Unidos por una Nueva América (LUNA).
El 50 % de estas familias a punto de desalojar son hispanas, quienes por su raza, color, identidad, expresión de género, orientación sexual, discapacidad, religión entre otros motivos son discriminados para rentar o acceder a un tipo de vivienda.
Gabriel Manrique, organizador comunitario de la organización sin fines de lucro Latinos Unidos por una Nueva América, por sus siglas LUNA. Cabe señalar que parte de la labor que él realiza es sobre la justicia de acceso a la vivienda y el respeto a los derechos de los inquilinos.
Durante la entrevista Gabriel analiza los motivos de la discriminación de la vivienda y del racismo que existe por parte de algunos propietarios cuando los hispanos quieren rentar una casa o apartamento. “Lamentablemente la discriminación en el acceso a la vivienda la vivimos desde décadas atrás, es el propio sistema que se ha impuesto para restringir la construcción de viviendas asequibles, oprimiendo a nuestras comunidades”, opinó.
Asegura Manrique que pese a todas estas limitantes, a través de su organización constantemente están brindando apoyo a las comunidades latinas para desmantelar la discriminación y racismo existente, facilitando la tan ansiada justicia al acceso a la vivienda y a los derechos de los inquilinos.
La organización LUNA en la actualidad también trabaja con la comunidad hispana indocumentada, que debido al desconocimiento del idioma o por el temor de no tener un estatus legal, no se atreven a enfrentarse con los arrendatarios, convirtiéndose en víctimas de discriminación y racismo.
“Pese a que la Ley en California prohíbe un trato discriminatorio de las personas, preguntando por su estatus, número de seguro social, religión o raza, algunos propietarios los solicitan; por otro lado la mayoría de nuestra comunidad latina no sabe cuáles son sus derechos y acepta el trato discriminatorio porque piensan que se van a meter en problemas y prefiere no hablar o quedarse callados”, comentó Manrique.
El dirigente social al ser interrogado sobre los derechos de una persona cuando va a alquilar o rentar una casa precisó que no pueden ser discriminados por su raza, color, identidad o expresión de género, no se puede interrogar sobre su orientación sexual, tampoco se puede estar mirando si tiene una discapacidad o que religión profesa.
“Uno de los grandes problemas que hemos visto es la vulneración de los derechos de las mujeres que son madres solteras o madres que tienen niños, muchas veces son rechazadas por tener hijos, deben saber que está contemplado en la ley de California proteger a estas personas, se establece que no sean discriminadas Y si alguna persona se siente discriminada tiene todo el derecho de poner una queja en contra del arrendador sin importar el estatus legal, todos tienen derechos sin importar de dónde vienen o si tienen o no documentos”, enfatizó.
Otro de los factores de discriminación que a través de LUNA se han detectado y afectan a las comunidades hispanas, convirtiéndoles en proclives al desalojo de sus apartamentos, es la presencia desafortunada de personas que no saben leer o escribir y menos conocen el idioma, lo que les hace difícil saber cuáles son sus derechos.
“Lo que hacemos vamos al apartamento, realizamos juntas caseras dónde les expresamos a través de talleres sobre los derechos de inquilinos y cómo pueden protegerse de estas injusticias y discriminación en contra de los arrendadores”, comentó.
ALTOS COSTOS
Gabriel Manrique analizando los índices de racismo al momento de alquilar las viviendas recordó que solamente en la ciudad de San José, en el año 2021 atendieron alrededor de 3000 personas que recibieron cartas de desalojo; dato curioso cuando el 40 % de la población de San José percibe bajos ingresos y usan un tercio de su cheque para poder pagar la renta.
Precisó que según reportes trimestrales en San José, para que una familia de 4 personas pueda vivir cómodamente y cubrir sus necesidades básicas debe ganar alrededor de 150 mil dólares al año. Cifra a la que no muchos pueden llegar debido a la actual crisis económica, sin embargo aclaró que la crisis de vivienda viene de años atrás y se ha visto acentuada con la pandemia.
El representante de LUNA lamentó que los costos sean tan elevados para rentar un apartamento que hace casi inaccesible a los latinos adquirir una vivienda, culpó de esta situación a los desarrolladores de proyectos de construcción, que hacen nuevas viviendas en las ciudades sin que exista un control de renta conforme lo permite la ley en California, especialmente a las viviendas que fueron construidas después de 1995.
“Los responsables son más que nada los desarrolladores, las corporaciones que con sus inversionistas tienen que hacer dinero y es por eso que ponen esos precios en las viviendas. Les resulta mejor ganancia construir”, recalcó.
LUNA TE AYUDA
A través de las páginas de Alianza Metropolitan News, en su proyecto alianza contra el racismo rescatamos el trabajo que desarrolla la organización Latinos Unidos por una Nueva América (LUNA) en el este de San José y la zona de Palo Alto a favor de las comunidades hispanas.
Para quienes ven vulnerados sus derechos por parte de sus arrendadores, pueden comunicarse con LUNA al teléfono 408 876 2603, allí le orientarán y ayudarán a proteger sus derechos ciudadanos, además pueden orientar en otras acciones legales que puedan tener.
Es importante recordar que en el tema de alquiler de vivienda, la ley de California nos protege y faculta a conocer nuestros derechos e incluso tener un traductor durante la firma del contrato, si el arrendatario lo pone en inglés, que en muchos casos no lo aplican, recalcó.
Este artículo es parte del proyecto periodístico Alto al Racismo - Stop the Hate, California State Library.
Asegura Manrique que pese a todas estas limitantes, a través de su organización constantemente están brindando apoyo a las comunidades latinas para desmantelar la discriminación y racismo existente, facilitando la tan ansiada justicia al acceso a la vivienda y a los derechos de los inquilinos.
La organización LUNA en la actualidad también trabaja con la comunidad hispana indocumentada, que debido al desconocimiento del idioma o por el temor de no tener un estatus legal, no se atreven a enfrentarse con los arrendatarios, convirtiéndose en víctimas de discriminación y racismo.
“Pese a que la Ley en California prohíbe un trato discriminatorio de las personas, preguntando por su estatus, número de seguro social, religión o raza, algunos propietarios los solicitan; por otro lado la mayoría de nuestra comunidad latina no sabe cuáles son sus derechos y acepta el trato discriminatorio porque piensan que se van a meter en problemas y prefiere no hablar o quedarse callados”, comentó Manrique.
El dirigente social al ser interrogado sobre los derechos de una persona cuando va a alquilar o rentar una casa precisó que no pueden ser discriminados por su raza, color, identidad o expresión de género, no se puede interrogar sobre su orientación sexual, tampoco se puede estar mirando si tiene una discapacidad o que religión profesa.
“Uno de los grandes problemas que hemos visto es la vulneración de los derechos de las mujeres que son madres solteras o madres que tienen niños, muchas veces son rechazadas por tener hijos, deben saber que está contemplado en la ley de California proteger a estas personas, se establece que no sean discriminadas Y si alguna persona se siente discriminada tiene todo el derecho de poner una queja en contra del arrendador sin importar el estatus legal, todos tienen derechos sin importar de dónde vienen o si tienen o no documentos”, enfatizó.
Otro de los factores de discriminación que a través de LUNA se han detectado y afectan a las comunidades hispanas, convirtiéndoles en proclives al desalojo de sus apartamentos, es la presencia desafortunada de personas que no saben leer o escribir y menos conocen el idioma, lo que les hace difícil saber cuáles son sus derechos.
“Lo que hacemos vamos al apartamento, realizamos juntas caseras dónde les expresamos a través de talleres sobre los derechos de inquilinos y cómo pueden protegerse de estas injusticias y discriminación en contra de los arrendadores”, comentó.
ALTOS COSTOS
Gabriel Manrique analizando los índices de racismo al momento de alquilar las viviendas recordó que solamente en la ciudad de San José, en el año 2021 atendieron alrededor de 3000 personas que recibieron cartas de desalojo; dato curioso cuando el 40 % de la población de San José percibe bajos ingresos y usan un tercio de su cheque para poder pagar la renta.
Precisó que según reportes trimestrales en San José, para que una familia de 4 personas pueda vivir cómodamente y cubrir sus necesidades básicas debe ganar alrededor de 150 mil dólares al año. Cifra a la que no muchos pueden llegar debido a la actual crisis económica, sin embargo aclaró que la crisis de vivienda viene de años atrás y se ha visto acentuada con la pandemia.
El representante de LUNA lamentó que los costos sean tan elevados para rentar un apartamento que hace casi inaccesible a los latinos adquirir una vivienda, culpó de esta situación a los desarrolladores de proyectos de construcción, que hacen nuevas viviendas en las ciudades sin que exista un control de renta conforme lo permite la ley en California, especialmente a las viviendas que fueron construidas después de 1995.
“Los responsables son más que nada los desarrolladores, las corporaciones que con sus inversionistas tienen que hacer dinero y es por eso que ponen esos precios en las viviendas. Les resulta mejor ganancia construir”, recalcó.
LUNA TE AYUDA
A través de las páginas de Alianza Metropolitan News, en su proyecto alianza contra el racismo rescatamos el trabajo que desarrolla la organización Latinos Unidos por una Nueva América (LUNA) en el este de San José y la zona de Palo Alto a favor de las comunidades hispanas.
Para quienes ven vulnerados sus derechos por parte de sus arrendadores, pueden comunicarse con LUNA al teléfono 408 876 2603, allí le orientarán y ayudarán a proteger sus derechos ciudadanos, además pueden orientar en otras acciones legales que puedan tener.
Es importante recordar que en el tema de alquiler de vivienda, la ley de California nos protege y faculta a conocer nuestros derechos e incluso tener un traductor durante la firma del contrato, si el arrendatario lo pone en inglés, que en muchos casos no lo aplican, recalcó.
Este artículo es parte del proyecto periodístico Alto al Racismo - Stop the Hate, California State Library.