Por Javier Alvarado, especial para El Pique, Fresno, Valle Central La discriminación racial o étnica cuando se procura una atención médica, especialmente en el Estado de California, necesita ser reconocida como una crisis de salud pública y plantear estrategias para ponerle fin con la participación conjunta y coordinada entre las autoridades, los responsables de la salud y en especial los pacientes. | A la izquierda, la periodista científica Usha Lee McFarling. A la derecha, la Dra. Lisa A. Cooper, investigadora de los servicios de salud analiza el racismo sistémico. |
Todo este trabajo de erradicar el racismo es invisible como insidioso, porque es difícil verificarlo especialmente en los profesionales médicos que a menudo niegan haberlo cometido. Sin embargo, se han realizado investigaciones que han descubierto un lenguaje racializado en los registros médicos y transferencias de pacientes.
Para documentar estas experiencias, la Dra. Lisa Cooper, internista general, epidemióloga social e investigadora de servicios de salud, buscó información adicional a través de historias de cirugía ortopédica y casos de residentes despedidos, y se utilizó documentos legales y entrevistas anónimas para verificar los detalles.
Las investigaciones también tomaron importancia a las secciones narrativas y entrevistas para proporcionar información de apoyo y dar vida a los problemas relacionados con el racismo en la atención médica.
Como resultado obtuvo el estudio denominado “Las asociaciones de las actitudes implícitas de los médicos sobre la raza con la comunicación de las visitas médicas y las calificaciones de los pacientes sobre la atención interpersonal”
RACISMO EN LOS MÉDICOS
La investigación de la Dra. Cooper se centra sobre cómo el racismo y los prejuicios pueden impregnar la relación médico-paciente, situación que ha cambiado la comprensión de las disparidades en la atención médica y ha inspirado esfuerzos para reparar los daños del pasado.
Así explicó durante el seminario “El médico no te verá ahora: Combatiendo el racismo en la atención médica”, organizado por la USC Annenberg - Centro de Periodismo de Salud, en donde también hizo un recuento de los primeros estudios que realizó donde descubrió que los pacientes negros que veían a médicos negros tenían visitas más largas, mayores niveles de satisfacción y compartían más las decisiones que sus citas con médicos blancos.
“Descubrí que cuando tocaba el problema, la gente pensaba que solo daba una opinión y realmente no le daban mucho crédito a lo que decía porque no se había cuantificado, por lo que pensé que era muy importante aportar un enfoque científico y cuantificar realmente el problema”, comentó.
Al investigar el tema, la Dra. Cooper pudo cuantificar como se daba el racismo en la relación médico-paciente y mostrar la magnitud del impacto que tenía en la sociedad. Pudo demostrar que no se trataba solo de casos aislados, sino de un problema generalizado que afectaba a muchas personas.
“Al tener datos científicos y evidencia concreta, pude generar conciencia y llamar la atención sobre el problema desde diferentes perspectivas. No solo desde la medicina, sino también desde la salud pública y otros campos relacionados”, explicó.
La Dra. Lisa A. Cooper, quien también es profesora distinguida de Bloomberg en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y en la Escuela de Salud Pública Bloomberg, afirma que estos resultados obtenidos sobre el racismo en las atenciones médicas la llevaron a considerar diferentes opciones en cómo abordar este problema y solucionarlo.
Por un lado trabajar en una práctica clínica de tiempo completo, donde pueda ayudar a los pacientes de manera individual. Enfocarse en la salud pública y trabajar en políticas y programas para abordar el problema a nivel nacional o comunitario o colaborar con personas fuera de la medicina que tienen diferentes perspectivas y soluciones innovadoras.
“En definitiva, la investigación me permitió respaldar mis preocupaciones con hechos y datos, y encontrar diferentes enfoques para abordar el problema encontrando soluciones efectivas”, dijo.
RACISMO SISTÉMICO
Durante el seminario, la investigadora de los servicios de salud analizó cómo el racismo sistémico puede conducir a una atención deficiente por parte del médico, simplemente por tener prejuicios sobre el paciente.
”Los médicos tienden a dominar la conversación en las visitas de pacientes negros, centrándose únicamente en cuestiones médicas y no en aspectos emocionales o sociales. Además, las visitas de pacientes negros suelen ser más cortas y menos coordinadas que las de pacientes de la misma raza que el médico”, expresó la estudiosa.
Añadió que existe una correlación entre los médicos de comunidades marginadas y el regreso a esas comunidades para ejercer. Sin embargo, el acceso a la educación médica y la falta de consideración de antecedentes raciales y étnicos podrían llevar a una exclusión de personas menos privilegiadas.
Para abordar este problema, se evaluó las habilidades, actitudes y experiencias de vida que demuestran una inclinación por brindar atención a comunidades desatendidas y promover la equidad y la justicia en la educación médica. Dijo que “En lugar de centrarse en el color de la piel, es importante considerar las experiencias y desventajas que han tenido las personas en sus vidas”.
MÉDICOS PARTICIPATIVOS
El estudio expuesto por la Dra. Cooper se realizó como parte de una encuesta nacional sobre pacientes de atención primaria y se agregaron preguntas relacionadas con la participación de los pacientes en las decisiones médicas.
Descubriéndose que los pacientes negros calificaban a los médicos de su misma raza como más participativos, pero a los médicos de otras razas como menos participativos. Esto llevó a la conclusión de que es importante diversificar la fuerza laboral médica para brindar al paciente opciones que se ajusten a sus preferencias individuales en términos de raza o etnia.
“Aunque esto generó controversia en los servicios médicos, el objetivo era dar a los pacientes la opción de relacionarse con médicos de su misma raza o etnia si eso les hacía sentir más cómodos”, concluyó.
PERIODISMO CIENTíFICO
En el seminario “El médico no te verá ahora: Combatiendo el racismo en la atención médica”, también participó la periodista científica Usha Lee McFarling, quien cubre el impacto de la raza y el racismo en la ciencia y la medicina y compartió su enfoque para convertir estos temas de peso en historias convincentes que puedan provocar un cambio.
Este artículo es parte del proyecto periodístico Alto al Racismo – Stop the Hate, California State Library.
Para documentar estas experiencias, la Dra. Lisa Cooper, internista general, epidemióloga social e investigadora de servicios de salud, buscó información adicional a través de historias de cirugía ortopédica y casos de residentes despedidos, y se utilizó documentos legales y entrevistas anónimas para verificar los detalles.
Las investigaciones también tomaron importancia a las secciones narrativas y entrevistas para proporcionar información de apoyo y dar vida a los problemas relacionados con el racismo en la atención médica.
Como resultado obtuvo el estudio denominado “Las asociaciones de las actitudes implícitas de los médicos sobre la raza con la comunicación de las visitas médicas y las calificaciones de los pacientes sobre la atención interpersonal”
RACISMO EN LOS MÉDICOS
La investigación de la Dra. Cooper se centra sobre cómo el racismo y los prejuicios pueden impregnar la relación médico-paciente, situación que ha cambiado la comprensión de las disparidades en la atención médica y ha inspirado esfuerzos para reparar los daños del pasado.
Así explicó durante el seminario “El médico no te verá ahora: Combatiendo el racismo en la atención médica”, organizado por la USC Annenberg - Centro de Periodismo de Salud, en donde también hizo un recuento de los primeros estudios que realizó donde descubrió que los pacientes negros que veían a médicos negros tenían visitas más largas, mayores niveles de satisfacción y compartían más las decisiones que sus citas con médicos blancos.
“Descubrí que cuando tocaba el problema, la gente pensaba que solo daba una opinión y realmente no le daban mucho crédito a lo que decía porque no se había cuantificado, por lo que pensé que era muy importante aportar un enfoque científico y cuantificar realmente el problema”, comentó.
Al investigar el tema, la Dra. Cooper pudo cuantificar como se daba el racismo en la relación médico-paciente y mostrar la magnitud del impacto que tenía en la sociedad. Pudo demostrar que no se trataba solo de casos aislados, sino de un problema generalizado que afectaba a muchas personas.
“Al tener datos científicos y evidencia concreta, pude generar conciencia y llamar la atención sobre el problema desde diferentes perspectivas. No solo desde la medicina, sino también desde la salud pública y otros campos relacionados”, explicó.
La Dra. Lisa A. Cooper, quien también es profesora distinguida de Bloomberg en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y en la Escuela de Salud Pública Bloomberg, afirma que estos resultados obtenidos sobre el racismo en las atenciones médicas la llevaron a considerar diferentes opciones en cómo abordar este problema y solucionarlo.
Por un lado trabajar en una práctica clínica de tiempo completo, donde pueda ayudar a los pacientes de manera individual. Enfocarse en la salud pública y trabajar en políticas y programas para abordar el problema a nivel nacional o comunitario o colaborar con personas fuera de la medicina que tienen diferentes perspectivas y soluciones innovadoras.
“En definitiva, la investigación me permitió respaldar mis preocupaciones con hechos y datos, y encontrar diferentes enfoques para abordar el problema encontrando soluciones efectivas”, dijo.
RACISMO SISTÉMICO
Durante el seminario, la investigadora de los servicios de salud analizó cómo el racismo sistémico puede conducir a una atención deficiente por parte del médico, simplemente por tener prejuicios sobre el paciente.
”Los médicos tienden a dominar la conversación en las visitas de pacientes negros, centrándose únicamente en cuestiones médicas y no en aspectos emocionales o sociales. Además, las visitas de pacientes negros suelen ser más cortas y menos coordinadas que las de pacientes de la misma raza que el médico”, expresó la estudiosa.
Añadió que existe una correlación entre los médicos de comunidades marginadas y el regreso a esas comunidades para ejercer. Sin embargo, el acceso a la educación médica y la falta de consideración de antecedentes raciales y étnicos podrían llevar a una exclusión de personas menos privilegiadas.
Para abordar este problema, se evaluó las habilidades, actitudes y experiencias de vida que demuestran una inclinación por brindar atención a comunidades desatendidas y promover la equidad y la justicia en la educación médica. Dijo que “En lugar de centrarse en el color de la piel, es importante considerar las experiencias y desventajas que han tenido las personas en sus vidas”.
MÉDICOS PARTICIPATIVOS
El estudio expuesto por la Dra. Cooper se realizó como parte de una encuesta nacional sobre pacientes de atención primaria y se agregaron preguntas relacionadas con la participación de los pacientes en las decisiones médicas.
Descubriéndose que los pacientes negros calificaban a los médicos de su misma raza como más participativos, pero a los médicos de otras razas como menos participativos. Esto llevó a la conclusión de que es importante diversificar la fuerza laboral médica para brindar al paciente opciones que se ajusten a sus preferencias individuales en términos de raza o etnia.
“Aunque esto generó controversia en los servicios médicos, el objetivo era dar a los pacientes la opción de relacionarse con médicos de su misma raza o etnia si eso les hacía sentir más cómodos”, concluyó.
PERIODISMO CIENTíFICO
En el seminario “El médico no te verá ahora: Combatiendo el racismo en la atención médica”, también participó la periodista científica Usha Lee McFarling, quien cubre el impacto de la raza y el racismo en la ciencia y la medicina y compartió su enfoque para convertir estos temas de peso en historias convincentes que puedan provocar un cambio.
Este artículo es parte del proyecto periodístico Alto al Racismo – Stop the Hate, California State Library.