Para los grupos marginalizados, estas cifras pueden ser incluso mayores, debido a que muchos casos pueden no ser denunciados bajo diversos temores que incluyen temas de migración, amenazas de los agresores, o debido incluso a que la víctima tiene alguna dependencia socioemocional, económica o culturales.
Y en tiempos de pandemia, los casos de violencia doméstica y los temores por denunciarlos se han exacerbado.