Por Javier Alvarado, especial para el Pique News, Fresno, Valle Central En San José se han reportado ataques verbales y físicos a los vendedores ambulantes. Las autoridades les recuerdan que tienen derecho a denunciar el acoso, la discriminación, actos violentos, sin importar el estado migratorio de la persona. El acto de tratar a una persona de manera desigual o injusta debido a características específicas como su raza, género, edad, orientación sexual, religión, discapacidad, entre otros se le conoce como discriminación. Esta discriminación puede manifestarse en diversas formas, como trato diferencial, exclusión, insultos, agresiones físicas o verbales. | Jonathan Mendoza vende en las calles de San José diversos productos refrescantes y alimentos, siente que algunas veces es discriminado. A la derecha: María Alvarado, vendedora de tacos en los exteriores del Centro de Convenciones de San José, dice que nunca ha sido discriminada. |
Pese al esfuerzo que se hace por combatir la discriminación, siempre existen grupos sociales que tienen que vivirla a diario como es el caso de muchos de los vendedores ambulantes, en su mayoría migrantes, en la ciudad de San José. Sin embargo, es necesario resaltar que algunos de estos trabajadores relatan que nunca han sido discriminados.
Muchos vendedores ambulantes se enfrentan a la discriminación. Esto puede incluir acciones como multas injustas, confiscación de mercancía sin motivo válido, acoso verbal o físico, o negación de acceso a espacios públicos para ejercer su actividad comercial.
Según el propio testimonio de Jonathan Mendoza, quien tiene tres meses vendiendo en las calles de San José diversos productos refrescantes y alimentos, ha experimentado un poco de discriminación por parte de los funcionarios de la ciudad debido a los reglamentos que debe cumplir para estar en el lugar donde trabaja.
La discriminación por parte de las autoridades se refiere a situaciones en las que Jonathan ha experimentado trato desigual o injusto debido a su edad o posición en el trabajo, es decir que el tener que cumplir con algunos reglamentos o restricciones adicionales debido a su juventud o falta de experiencia, siente que podría obstaculizar su desempeño en el negocio.
“Hay muchos reglamentos que tenemos que cumplir para poder estar aquí, son una serie de documentos y formularios, para obtener licencias o permisos necesarios para operar el negocio”, refirió.
También menciona Jonathan que ha sentido un poco de discriminación por parte de sus compañeros de trabajo, ya que es el más joven y ha sido ascendido a encargado en solo 3 meses de trabajo, mientras que otros llevan años sin recibir esa responsabilidad.
“He sentido un poco de discriminación con los compañeros ambulantes, porque soy el más joven, con apenas 3 meses y ya estoy de encargado, tengo que atender tres puestos fijos”, señaló.
ESTIGMA SOCIAL
A menudo los vendedores ambulantes enfrentan estigmatización y prejuicios por parte de la sociedad en general. Pueden ser vistos como personas de bajos recursos o incluso como una molestia en el espacio público. Este estigma puede llevar a un trato discriminatorio por parte de clientes potenciales o de otros comerciantes.
También es importante reconocer que si no cumplen con las leyes de la ciudad, los vendedores ambulantes pueden tener dificultades para acceder a recursos y oportunidades que les permitan mejorar su situación económica. Por ejemplo, pueden enfrentar obstáculos para obtener créditos bancarios o préstamos, acceso a capacitación empresarial o programas de incentivo económico debido a su condición de vendedores informales.
CASO DIFERENTE
En cambio, para María Alvarado, una vendedora de tacos también en los exteriores del Centro de Convenciones de San José, siente que cumplir con las normas y recomendaciones de las autoridades, le permite sentirse protegida. Ella dice que no ha sido víctima de discriminación y racismo por parte de sus clientes.
“Tengo 4 años en Estados Unidos y nunca me he sentido discriminada. Siempre tenemos el apoyo de la policía, siento que ellos nos cuidan y protegen. Nos aconsejan y enseñan que cualquier cosa que algún cliente nos diga, debemos grabar para tener pruebas”, menciona.
POR SUPERACIÓN
La comerciante en “Tacos borracho”, con el trabajo ambulante que realiza se ha propuesto superarse personalmente, está enfocada en estudiar y mejorar su negocio para salir adelante. Porque quiere aprender inglés para comunicarse mejor con los clientes que hablan inglés y así poder mejorar en la atención de su negocio.
”Mi meta es terminar la “high school”, también quiero aprender inglés porque muchos clientes cuando vienen hablan inglés, pues uno no les entiende muy bien. Esta idea la tenía hace algún tiempo, pues hay que vender y demostrar a la gente lo que tenemos y el deseo de salir adelante”, dijo.
De ambos testimonios, nos queda claro que la discriminación en el contexto de los vendedores ambulantes se refiere a la injusticia y desigualdad que enfrentan debido a su condición laboral, status y a las características personales o grupales que los identifican.
Cabe destacar que si una persona que ha sido agredida en forma verbal o física puede hacer un reporte y mejor aún si tiene una grabación de lo que sucedió, esto se convierte en una protección para los trabajadores. Hay que recordar que puede hacer su denuncia sin importar el estatus migratorio de una víctima de acoso, violencia, discriminación, puede llamar y pedir ayuda al 911.
This resource is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.
Muchos vendedores ambulantes se enfrentan a la discriminación. Esto puede incluir acciones como multas injustas, confiscación de mercancía sin motivo válido, acoso verbal o físico, o negación de acceso a espacios públicos para ejercer su actividad comercial.
Según el propio testimonio de Jonathan Mendoza, quien tiene tres meses vendiendo en las calles de San José diversos productos refrescantes y alimentos, ha experimentado un poco de discriminación por parte de los funcionarios de la ciudad debido a los reglamentos que debe cumplir para estar en el lugar donde trabaja.
La discriminación por parte de las autoridades se refiere a situaciones en las que Jonathan ha experimentado trato desigual o injusto debido a su edad o posición en el trabajo, es decir que el tener que cumplir con algunos reglamentos o restricciones adicionales debido a su juventud o falta de experiencia, siente que podría obstaculizar su desempeño en el negocio.
“Hay muchos reglamentos que tenemos que cumplir para poder estar aquí, son una serie de documentos y formularios, para obtener licencias o permisos necesarios para operar el negocio”, refirió.
También menciona Jonathan que ha sentido un poco de discriminación por parte de sus compañeros de trabajo, ya que es el más joven y ha sido ascendido a encargado en solo 3 meses de trabajo, mientras que otros llevan años sin recibir esa responsabilidad.
“He sentido un poco de discriminación con los compañeros ambulantes, porque soy el más joven, con apenas 3 meses y ya estoy de encargado, tengo que atender tres puestos fijos”, señaló.
ESTIGMA SOCIAL
A menudo los vendedores ambulantes enfrentan estigmatización y prejuicios por parte de la sociedad en general. Pueden ser vistos como personas de bajos recursos o incluso como una molestia en el espacio público. Este estigma puede llevar a un trato discriminatorio por parte de clientes potenciales o de otros comerciantes.
También es importante reconocer que si no cumplen con las leyes de la ciudad, los vendedores ambulantes pueden tener dificultades para acceder a recursos y oportunidades que les permitan mejorar su situación económica. Por ejemplo, pueden enfrentar obstáculos para obtener créditos bancarios o préstamos, acceso a capacitación empresarial o programas de incentivo económico debido a su condición de vendedores informales.
CASO DIFERENTE
En cambio, para María Alvarado, una vendedora de tacos también en los exteriores del Centro de Convenciones de San José, siente que cumplir con las normas y recomendaciones de las autoridades, le permite sentirse protegida. Ella dice que no ha sido víctima de discriminación y racismo por parte de sus clientes.
“Tengo 4 años en Estados Unidos y nunca me he sentido discriminada. Siempre tenemos el apoyo de la policía, siento que ellos nos cuidan y protegen. Nos aconsejan y enseñan que cualquier cosa que algún cliente nos diga, debemos grabar para tener pruebas”, menciona.
POR SUPERACIÓN
La comerciante en “Tacos borracho”, con el trabajo ambulante que realiza se ha propuesto superarse personalmente, está enfocada en estudiar y mejorar su negocio para salir adelante. Porque quiere aprender inglés para comunicarse mejor con los clientes que hablan inglés y así poder mejorar en la atención de su negocio.
”Mi meta es terminar la “high school”, también quiero aprender inglés porque muchos clientes cuando vienen hablan inglés, pues uno no les entiende muy bien. Esta idea la tenía hace algún tiempo, pues hay que vender y demostrar a la gente lo que tenemos y el deseo de salir adelante”, dijo.
De ambos testimonios, nos queda claro que la discriminación en el contexto de los vendedores ambulantes se refiere a la injusticia y desigualdad que enfrentan debido a su condición laboral, status y a las características personales o grupales que los identifican.
Cabe destacar que si una persona que ha sido agredida en forma verbal o física puede hacer un reporte y mejor aún si tiene una grabación de lo que sucedió, esto se convierte en una protección para los trabajadores. Hay que recordar que puede hacer su denuncia sin importar el estatus migratorio de una víctima de acoso, violencia, discriminación, puede llamar y pedir ayuda al 911.
This resource is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.